El Operador Dactiloscópico no reduce su tarea solamente a la
identificación de los vivos, sino que se extiende hasta los individuos muertos,
creemos indispensable dar algunas nociones para que ejercite este trabajo
que presenta dificultades en la práctica.
La
identificación dactilar en cadáveres se divide en tres tipos:
Los que han fallecido
recientemente, en este caso los dedos de cadáver aun estarán flexibles, lo que
permitirá que para la toma de las impresiones solo sea necesario entintar y
efectuar el rodamiento de los dedos en la ficha decadactilar, pudiendo
utilizarse las mismas técnicas que se utilizan para individuos vivos, lo que no
genera mayor dificultad que con los casos siguientes.
En los que ya ha transcurrido un largo
tiempo de muerte, en estos casos radica en la dificultad por el endurecimiento
de los dedos debido a la rigidez cadavérica, fenómeno que inicia entre la
tercera y cuarta hora después de la muerte, siendo total después de las doce a
catorce horas (según las condiciones climáticas, atmosféricas o el estado de
salud de la persona, entre otros factores) o la putrefacción que puede haber
reblandecido o destruido parte del tejido epidérmico y/o dérmico.
En este caso, el procedimiento para
realizar la toma de huellas es necesario estirar la mano con fuerza, tomando
firmemente la mano del cadáver con una mano y ejerciendo al mismo tiempo palanca
con la otra. Una vez estirada la mano la impresión se obtendrá usando una
espátula de entintado y una cuchara, la cual elimina la necesidad de rodar los
dedos del cadáver ya que su forma cóncava le da el efecto de rodamiento. Si no
se cuenta con la herramienta se cortarán los recuadros de la ficha para luego
ser rodados en los dedos que con anterioridad han sido entintados, para
posteriormente ser adheridas a una ficha decadactilar nueva.
La Necrodactilia es la toma de impresiones dactilares a individuos recientemente muertos no representan ningún
problema porque en ese momento sus manos aun pueden ser manejables por no haber
en ellas rigidez cadavérica que impida la labor del perito. La necrodactilia se
define como la reseña decadactilar postmortem (después de la muerte), sujeta al
estado físico de las falanges dístales de los dedos de las manos,
convirtiéndose esta en la labor más importante durante la inspección al cadáver
para identificación del mismo.
A la hora de tomar las impresiones
dactilares y, así mismo, al realizar las confrontaciones con documentos que
demuestren la identidad del cadáver. El procedimiento debe realizarse guardando
las debidas medidas de bioseguridad. Para tomar las impresiones digitales de un
cadáver se procede en esta forma:
1. Se lavan las manos del muerto ya sea con agua y jabón, gasolina, alcohol,
éter o cloroformo como ya se ha aconsejado que se haga con los vivos.
2. Si el cadáver ha llegado a su rigidez se comienza por destruir ésta en
la articulación del hombro, del codo y de la muñeca, cosa que se consigue
haciendo fuerza para relajar los músculos que tienen en tensión aquellas partes
del cuerpo.
3. Se procede a verificar la relajación de las articulaciones de los dedos
con especialidad la primera articulación.
4. Una vez conseguida la relajación de los musculos, procederá de esta
manera: poniendo una mano sobre el dorso del cadáver y hará fuerza para
doblarla como si quisiera juntar la palma de la mano con el antebrazo cara
anterior y entonces se verá que el muerto abre los dedos de la mano.
5. Una vez que los dedos del muerto están separados se comienza a entintar.
6. La práctica dice que es preferible entintar una mano, hacer la impresión
de ella, luego entintar la otra y verificar su impresión.
7. Como la mano del muerto no tiene ningún movimiento, el Operador tiene
forzosa necesidad de mover la mano izquierda para sacar las
impresiones completas.
8. Si el cadáver estuviese en descomposición trozará con navaja o bisturí
la epidermis que recubre el dedo más bajo del pliegue de flexión y desprenderá
el dedal. Después de hecha la desinfección en una solución de formol acomodará
el dedal epidérmico del muerto en su propio dedo entintará procurando rodar el
dedal epidérmico sobre el rodillo hasta que se ennegrezcan las crestas y hecho
lo anterior procederá a tomar la impresión en papel.
Para lograr impresiones dactilares
de excelente calidad se debe depositar en la planchuela una cantidad mínima de
tinta. Posteriormente con la ayuda del rodillo y con un movimiento uniforme se
esparce la misma hasta observar una capa fina de esta, evitando el
empastamiento o carencia, extremos que puedan conllevar, a la perdida de
nitidez o legibilidad de las impresiones.
De acuerdo con el estado físico del
cadáver se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Flácido - Si el cadáver está en estado de flacidez (dedos flexibles e
intactos), se toma firmemente el dedo se rota de un extremo a otro una sola
vez, ya sea de derecha a izquierda o viceversa imprimiendo la totalidad del
dactilograma.
2. Rígido - Si el cadáver se encuentra en estado de rigidez (contractura de
las articulaciones), es necesario relajar las articulaciones, levantando el
brazo con un movimiento fuerte, llevándolo hacia la cabeza y luego apoyándolo
sobre una superficie dura, posteriormente se doble el ante brazo en ángulo,
luego se presiona el dorso de la mano hacia abajo para extender los dedos. Finalmente,
cuando se ha obtenido la relación total de los músculos se procederá a entintar
e imprimir los dactilogramas. En casos de excesiva la rigidez se realizará una
incisión en el segundó pliegue de flexión del dedo. Esto se deja en constancia
en el acta de inspección al cadáver.
3. Deshidratado - La rigidez cadavérica se asocia a la deshidratación, por
lo tanto, la piel se torna seca y se modifica la superficie de contacto, siendo
necesario desarrugarla, inyectando mediante una jeringa hipodérmica en el
espacio subcutáneo desde el segundo pliegue de flexión, agua, glicerina o
vaselina liquida. Se procede a entintar e imprimir los dactilogramas.
4. Tratamiento de pulpejos - El objetivo principal de este objetivo es
restaurar la dermis o la epidermis de la última falange de los dedos de las
manos con el fin de obtener dactilogramas aptos para cotejo técnico, con los
cuales se establece plenamente la identidad de una persona, aplicando
especialmente a los cadáveres en avanzado estado de descomposición. El procedimiento debe ser realizado en el laboratorio. El retiro de
los pulpejos debe realizarse siempre y cuando no sea posible la obtención de
las impresiones dactilares por el procedimiento normal de la toma de
necrodactilia.
Las tomas de impresiones digitales
adquieren importancia cuando existe ausencia de testigos que puedan identificar
el cuerpo o que el mismo se encuentre en estado avanzado de putrefacción.
Debemos de tomar en cuenta que la toma o recolección de la impresión digital
depende de las condiciones en que se encuentre el cadáver.
Tratándose de cadáveres quemados lo
primero que deberá hacer el técnico será determinar si falta alguno de los
dedos y si mover el cuerpo puede causar algún daño en las falanges, si se
observa que debido a las circunstancias en que se encuentra el cadáver, se
puede destruir el dibujo dactilar, se deberá cortar los dedos para evitar la
destrucción de la piel, además si existen arrugas en la piel y flexibilidad, se
inyectara glicerina como reconstructor de tejido, para obtener una forma
redondeada en el dedo y así poder tomar la impresión.
Si no se puede eliminar las
arrugas, se deberá cortar el pulpejo y toda la zona del dibujo dactilar y raspar el exceso de carne que se encuentre. Los pulpejos deberán ser
introducidos en un recipiente esterilizado, al que se le agrega xileno
posteriormente, se harán masajes a los pulpejos con el fin de ablandarlos y de
esta forma tomar las impresiones del caso. Si no es posible obtener impresiones
satisfactorias, deberán tomarse fotografías de detalle.
Si la carbonización es extrema, lo
único que podrán hacer los técnicos es la toma de fotografías. En el caso de
los cadáveres en estado de maceración, que corresponden a aquellos cadáveres
que han permanecido mucho tiempo dentro del agua, la piel estará impregnada de
agua, arrugada y flexible, pero intacta; de ahí, que lo primero que deberá
hacerse es limpiarla con alcohol o bencina, secarla y ejercer presión sobre el
dibujo, procediendo posteriormente a entintar.
Si la piel se encuentra destruida o
suelta, pero el dibujo dactilar está completo, se deberá terminar de despegar
la piel, limpiarla, e introducir las falanges en alcohol o bencina por un
minuto aproximadamente. Posteriormente, se deberá proceder a secar y a tomar la
impresión.
excellent.....
ResponderEliminarMe gustó mucho como expuso el tema, la terminología que utiliza es sencilla, clara e ilustrativa; me hubiera gustado que abordara la técnica para la toma de huellas a cadáveres que presentas desprendimiento de la llamada gaunteleta.
ResponderEliminarLa forma como lo plasma es entendible muy sencilla y clara que de seguro a aclarado algunos detalles en la técnicas empleadas para obtener una excelente necrodactilia, gracias por compartirlo y de seguro los aplicaré en mi labor diaria. Así como su difusión.
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