El manejo
inadecuado de la evidencia física conduce a su contaminación, deterioro o
destrucción, siendo esta última la causa más frecuente que impide su posterior
examen en el laboratorio, por lo que se debe poner mayor atención para su
adecuada recolección.
Se deben seguir las siguientes reglas:
1. Deben manipularse lo menos posible, para evitar contaminación o
destrucción.
2. Se debe recolectar una cantidad numerosa como muestra de cada uno de los
indicios, parte de ellas se consume en el análisis de laboratorio.
3. Evitar contaminarla con los instrumentos que se utilizan para su
levantamiento, los cuales deberán ser lavados meticulosamente antes y después
de su uso.
4. Levantarla por separado, evitando mezclarla.
5. Marcarla en aquellos sitios que no ameriten estudio.
6. Embalarla individualmente, procurando que se mantenga la integridad de
su naturaleza.[1]
Muestras de sangre
Los componentes
celulares mayoritarios en el tejido sanguíneo son los eritrocitos (glóbulos rojos) y los leucocitos (glóbulos blancos). Los primeros son
células maduras especializadas en el transporte de oxígeno por medio de la
hemoglobina. Su citoplasma está ocupado totalmente por esta proteína de transporte y
por ello son células que han perdido el núcleo y los orgánulos celulares. No
presentan núcleo y por tanto no contienen ADN nuclear.
La sangre
resulta ser una adecuada fuente de ADN por encontrarse en ella, aunque en menor
número, otras células nucleadas, los leucocitos. De este tipo celular es de
dónde se logre extraer el ADN de las muestras de sangre.[2] A través de los glóbulos
blancos se logra extraer la parte esencial para la búsqueda de personas e
identificación de los victimarios.
La sangre se
puede encontrar en diferentes estados: líquida o en forma de mancha. El aspecto
de las manchas de sangre varía con la antigüedad y el soporte sobre el que se
encuentran. Como norma general, entre más antigua es una mancha de sangre más
oscuro es su color, pero siempre son las condiciones ambientales, las que
determinan el aspecto de la mancha. Las condiciones de envío de las muestras de
sangre varían según el estado en que se encuentran. A continuación, la formas
de cómo manejar la muestra de sangre:
Sangre líquida
Extrayendo
muestra desde el sospechoso o víctima y se han de enviar al estudio del
laboratorio cinco (5) centímetros cúbicos de sangre en un tubo perfectamente
etiquetado que contenga anticoagulante y preferiblemente refrigerada entre 4 y
8 grados centígrados. En la etiqueta debe constar como requerimiento mínimo la
fecha, el lugar, el nombre completo del sujeto al que se le extrajo la sangre y
el número de caso o de referencia. Además, es recomendable disponer de contenedores
aptos para introducir los tubos y evitar así que se rompa en el trayecto desde
el lugar de la escena hacia el laboratorio.
Como precaución
se puede acompañar de una gasa o tela manchada con la sangre en cuestión y un
trozo de la misma tela o gasa sin manchar a modo de blanco. La sangre en forma
de mancha se conserva mejor que en su estado líquido cuando no hay posibilidad
de refrigerarla. Con una única gota de sangre sobre la gasa sería suficiente,
pero varias gotas permitirán repetir el proceso en caso de que algo falle
durante el análisis.[3] Se puede utilizar también
papel filtro para extraer una cantidad de sangre y de allí el ADN a través de
los glóbulos blancos en las pruebas del laboratorio.
Mancha de sangre sobre superficies absorbentes
En una prenda de vestir manchada, aunque sólo fuera
una pequeña parte (el cuello o la manga de una camisa) se enviará la prenda
completa al laboratorio, pero si la prenda u objeto fuera suficientemente
grande (un sofá, un colchón, un asiento de vehículo), se recortará la zona
manchada dejando un margen de uno o dos centímetros sin mancha que servirá como
control negativo en el laboratorio, se deben utilizar varios hisopos
humedecidos con agua destilada para la extracción de muestras de sangre, como
otro método de preservación.
En los tejidos
claros las manchas presentan un color rojo oscuro que con el tiempo tiende a
ennegrecerse más. En los tejidos oscuros las manchas se visualizan menos y las
encontraremos sólo por el tacto. Las
prendas deben enviarse bien secas y en bolsa de papel, ya que si se envía
húmeda y en bolsa de plástico el proceso de putrefacción se acelera y ésta
puede crear moho.[4]
La muestra se
puede dejar secar a temperatura ambiente y evitando su exposición al sol. A
veces resulta más difícil obtener resultados en el análisis de manchas con
abundante sangre, en las cuales el secado ha sido lento e incompleto, que en
pequeñas manchas de sangre donde el secado se ha producido rápida y totalmente
y no ha dado tiempo a que actúen los procesos de descomposición.[5]
Mancha de sangre sobre superficies no absorbentes
Cuando la mancha
se encuentra sobre una superficie no absorbente se forma una costra con aspecto
de escamas brillantes o agujas; en manchas recientes las escamas son rojas,
aunque el color depende más bien del grosor de la costra, con la antigüedad las
costras se van haciendo más oscuras. Si el objeto manchado fuera pequeño se
enviará directamente, pero si no fuera posible (pared, suelo, mesa) se dejará secar la mancha si aún estuviera
húmeda y se procederá al raspado y recogida de las costras en un sobre de
papel.
Se adjuntará una
descripción de dónde fue hallada con esquemas o fotografías si fueran
necesarias. Además, se raspará la pared donde no esté manchada para comparar
las moléculas de lo que está constituida para ir eliminando la cantidad de un
elemento de contaminación.
Antiguamente se
realizaba una técnica denominada trasplante
de Taylor para recoger estas muestras. Este se efectúa poniendo un papel de
filtro sobre la mancha y aplicando una gota de suero salino isotónico sobre la
mancha; se espera a que se seque y se repite el proceso hasta que toda la
mancha pase al papel. El proceso es tardado y largo, por lo que es más práctico
recoger la mancha con un hisopo de algodón ligeramente humedecido con suero
salino isotónico o agua destilada.
Debe usarse un
hisopo por mancha y si la mancha es muy grande se puede usar más de uno. Los
hisopos deben dejarse secar a temperatura ambiente y se remiten en sobres de
papel de manera individual, debido a que cualquier contacto con otra muestra de
sangre de un lugar distinto puede contaminar la muestra tomada, ya que no se
sabe si pertenece a otra persona, se debe indicar dónde fueron recogidas y si
es posible documentar el proceso.[6]
Como manejar la muestra de semen
La importancia
de las manchas de esperma en el campo de la Biología Forense resulta evidente
por ser pruebas indicadoras fundamentales en los delitos sexuales. Son después
de las manchas de sangre el indicio biológico que con más frecuencia que se
envía para su estudio a los laboratorios de análisis forense, por lo que es de
suma importancia su adecuado manejo y recolección en la escena del crimen y
asimismo su adecuado transporte para los análisis correspondientes en el
laboratorio.
La búsqueda de
esté indicio sobre la víctima y el agresor son fundamentales, debiendo tomarse
muestras en el canal vaginal, recto y faringe de la víctima, así como realizar
una inspección de las ropas de la víctima y el agresor, especialmente de la
ropa interior. Es importante resaltar que se pueden localizar preservativos
dentro de la escena del crimen y en estos se puede localizar en el interior del
preservativo espermas que contienen ADN del victimario y en el exterior del
preservativo células epiteliales que contienen ADN de la víctima, por lo que
debe ser cuidadosamente preservado por la valiosa información que contiene. Las
muestras que llegan al laboratorio pueden ser de varios tipos:
- Hisopos de
toma de muestras vaginales y lavados vaginales - Estos tipos de muestras suelen
ser tomadas en la víctima, bien en un centro sanitario o por parte del forense
una vez denunciada la agresión al Ministerio Público, quien busca la orden de
atención a la víctima.
Los hisopos deben guardarse en recipientes que no
contengan ningún medio conservante y se remitirán al laboratorio por el medio
más rápido. El lavado vaginal debe realizarse con 10 centímetros cúbicos de
suero fisiológico y tiene como finalidad asegurar al máximo la recolección de
los posibles restos de semen. Ambos tipos de muestras estarán perfectamente
etiquetadas y se enviarán refrigeradas.[7]
Como
manejar la muestra de saliva
Para la toma de
la muestra salival, es fundamental la manipulación con pinzas de punta plástica
e hisopos, evitando en todo momento el contacto directo con las manos. La
saliva se asienta sobre vasos y latas de bebidas; en este caso se ha de recoger
la muestra, pasando por la zona donde posiblemente se apoyaron los labios, con
un hisopo en suero salino, como si se tratara de una muestra de sangre.
Hay que tener
presente que se debe enviar para su análisis en el laboratorio, prendas
como pasamontañas, medias con que se
cubren el rostro los delincuentes o mascarillas utilizadas en robos o asaltos o
violaciones sexuales que se encuentren tirados en el lugar de los hechos, en
las cercanías o alrededor del mismo, con la finalidad de ocultar el rostro,
enviando la pieza completa o si es demasiado grande, recortándose, en estos
casos, la zona que aproximadamente coincide con la boca para proceder a su
estudio.
En muestras como sobres y sellos es frecuente que sea necesario otro tipo de estudio y que dichas muestras tengan que ser analizadas en varios departamentos; por ello, es importante en este tipo de muestras, señalar claramente el tipo de estudios que se requiere, entre éstos, el de verificar si aún cuenta con células epiteliales. En algunos casos como en latas de aguas gaseosas o energizantes o de bebidas embriagantes, se debe embalar de forma adecuada en la que no se toquen los bordes del indicio y que no se mezclen con más indicios o se embalen juntos con éstos por ningún motivo, ya que se puede solicitar al laboratorio la búsqueda y análisis del ADN a través de las células epiteliales bucales localizadas en la saliva en el área de biología y la búsqueda de huellas dactilares a través de reactivos o polvos en el área de lofoscopía.[8] En caso de varias muestras de este tipo, se deberán enviar por separado al laboratorio para el análisis.
En muestras como sobres y sellos es frecuente que sea necesario otro tipo de estudio y que dichas muestras tengan que ser analizadas en varios departamentos; por ello, es importante en este tipo de muestras, señalar claramente el tipo de estudios que se requiere, entre éstos, el de verificar si aún cuenta con células epiteliales. En algunos casos como en latas de aguas gaseosas o energizantes o de bebidas embriagantes, se debe embalar de forma adecuada en la que no se toquen los bordes del indicio y que no se mezclen con más indicios o se embalen juntos con éstos por ningún motivo, ya que se puede solicitar al laboratorio la búsqueda y análisis del ADN a través de las células epiteliales bucales localizadas en la saliva en el área de biología y la búsqueda de huellas dactilares a través de reactivos o polvos en el área de lofoscopía.[8] En caso de varias muestras de este tipo, se deberán enviar por separado al laboratorio para el análisis.
[1] Romaní Vivanco, Ángel Manejo de los indicios, 2005 www.noticias.com/articulo,
fecha de consulta: 20 de septiembre de 2012.
[2] Prieto Lourdes, estudios de polimorfosis de ADN en restos humanos
antiguos y muestra forenses críticas: valoración de estrategias y resultados,
facultad de ciencias biológicas, Universidad Complutense de Madrid, 2002 tesis,
Madrid España. pág. 18.
[3] Loc.cit.
[4] Loc.cit.
[5] Loc.cit.
[6] Loc.cit.
[7] Loc.cit.
[8] Loc.cit.
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