Libro: “Técnicas
Modernas de Entrevistas e Interrogatorios Criminales”. (2023) (Disponible en
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Autor:
Ricardo Badillo Grajales
Hay dos tipos básicos de interacción en la labor del investigador: la entrevista de la víctima y testigos y el interrogatorio de los sospechosos. Los dos tipos son algo diferentes. Por lo general un investigador no tiene dificultad en alentar a un testigo o víctima a recordar lo que sucedió y cuándo (aunque a veces, por supuesto, un testigo puede no sentirse dispuesto a cooperar o puede estar ocultando algo).
Los sospechosos, en cambio, tratan normalmente de
evitar dar respuestas veraces a las preguntas del investigador y, por
consiguiente, se deduce que dichos interrogatorios son más antagónicos. Las
buenas prácticas y el respeto de los derechos humanos, así como la
profesionalidad del interrogador, deberían evitar la posibilidad de que los
interrogatorios del sospechoso se vuelvan violentos, pero pueden existir
lugares en que se toleren o incluso se alienten las técnicas enérgicas de interrogatorio,
que pueden llegar a incluir el uso de la tortura. Estas prácticas son
inaceptables e ilegales con arreglo al derecho internacional y las normas
jurídicas internacionales de derechos humanos.
Sin embargo, no es cierto que cualquier oficial de la
Policía pueda desarrollar una entrevista efectiva, y mucho menos si no tienen
la formación académica. En la academia de los Policías ofrecen adiestramientos
extensivos en diferentes ramas, como la fotografía o dactilografía, así como el
registro en la escena del crimen, pero ofrecen poco o ningún adiestramiento en
los conocimientos básicos de la entrevista e interrogatorios policiales.
La entrevista y el interrogatorio son
técnicas excelentes para comprobar la existencia y dinámica de un delito y las
responsabilidades de los involucrados. La tarea de entrevistar o interrogar no
es sencilla, requiere mucha práctica. Todo es dinámico y flexible, una
estrategia que en un momento puede ser perjudicial, en otro puede convertirse
eficaz. En la entrevista y en el interrogatorio se requiere por lo menos la
participación de dos sujetos. El investigador (sujeto activo) y del
interrogado o entrevistado (sujeto pasivo); de los cuales es conveniente
conocer sus cualidades y actitudes durante su desarrollo.
Las entrevistas o los interrogatorios
son una de las herramientas más importantes para la prevención, detección y
erradicación de la delincuencia. Se tratan de procesos sociales dinámicos e
interactivos a través del cual se pueden recoger datos e informaciones útiles,
siempre que el investigador posea las habilidades para establecer la
comunicación con los involucrados, aunque es igualmente importante tener
conocimientos de criminología, criminalística y psicología a fin de llevar a
cabo la entrevista o el interrogatorio con éxito.
El éxito o fracaso de la investigación
criminal depende en gran parte de la entrevista o del interrogatorio a que son
sometidas las personas implicadas en el mismo, de allí que es importante que el
investigador tenga que estar preparado física y mentalmente y deba reunir
ciertas cualidades que le permita inducir a su interlocutor a expresar la
veracidad de los hechos.
El
investigador debe tener habilidades muy diversas, desde comunicativas y
persuasivas a emocionales, profesionales, de investigación criminal, etc.
Además de reunir ciertas cualidades, debe tener una serie de conocimientos
básicos con relación a la Criminalística, así como distinguir las diferentes
personalidades a las que puede enfrentar, conocimiento que le va a permitir
establecer el método y la técnica más adecuada a emplear. Por lo que hemos
tomado en consideración diversos conceptos, que creemos guardan relación con
las entrevistas y los interrogatorios.
Además,
debe tener conocimiento de procedimientos legales que garanticen la legitimidad
de las entrevistas y de los interrogatorios y, antes de proceder a esto debe
buscar la información necesaria referente al caso que se está investigando. Por
lo tanto, el investigador debe conocer para que sirve y donde encaja la información
que obtiene. Debe conocer los métodos y técnicas más convenientes para cada
caso específico, porque ninguna entrevista o interrogatorio es igual a otro por
distintos factores.
Se
recomienda mínimo dos años de experiencias profesional en ámbitos que conlleven
el trato directo con los distintos tipos de personas que habitualmente se ven
involucrados en la actividad policial (víctimas, testigos, delincuentes, etc.).
Además de certificarse en las técnicas de entrevista e interrogatorios el
investigador deberá estar capacitado en el terreno legal, no sólo para saber lo
concerniente a pruebas sino para conocer perfectamente tanto sus deberes y
derechos como los de los ciudadanos y las normas que regulan el procedimiento
policial. Esto le permitirá actuar con seguridad y dirigirse hacia un objetivo
determinado en la entrevista y/o interrogatorio.
El
investigador debe conocer perfectamente los fundamentos de la profesión,
especialmente de investigación criminal, y aspectos legales relacionados (Reglas
de Procedimiento Criminal, Código Penal, Reglas de Evidencia, etc.), los
distintos modus operandi, incidencia criminal de su demarcación, argot,
así como sólidos conocimientos de peritaje forense y otras ciencias
relacionadas; y por supuesto las bases de las técnicas de las entrevistas y/o
interrogatorio.
La
preparación profesional, incluye estar familiarizados y ser competentes en su
campo de investigación, a la vez que conoce otros aspectos profesionales. Debe
ser libre frente a “dogmas científicos”, es decir, verdades
provisionales que a veces pueden establecerse en el mundo científico como
absolutamente definitivas.
Un investigador eficiente debe estar
consciente de las múltiples presiones y demandas que tiene que afrontar, para
que así pueda reaccionar sereno y eficazmente. Las necesidades personales del
investigador pueden infiltrarse en el proceso de la entrevista y/o
interrogatorio produciendo efectos adversos. Es por esto por lo que el
autoconocimiento es de gran importancia para el investigador. El investigador
completo debe también conocer sus propias limitaciones como una persona que
desempeña un papel importante, pero limitado. Lo importante ahora reside en
esclarecer cuales son los puntos determinantes que pueden significar una
limitación u obstáculo para desempeñar perfectamente el papel de entrevistador
o interrogador.
A pesar de que las habitaciones para
entrevistar o interrogar en películas policiacas y programas televisivos son
presentadas como lugares patéticos y lúgubres, en la práctica profesional, por
el contrario, una sala de entrevista o interrogatorio de la policía debe
proyectarse en sus instalaciones un ambiente confortable y amigable, procurando
siempre, incluir los equipos y las tecnologías electrónicas más avanzadas en
registro de video y audio con el fin de analizar y documentar conductas
verbales y no verbales de cada persona en el proceso.
La información reunida en una sala de
entrevista o interrogatorios de la policía durante un entrevista o
interrogatorio de un testigo o sospechoso no es sólo investigativa, sino
también probatoria. Como tal, se debe tener mucho cuidado en la forma en que se
recoge esa información. Los agentes de la policía sólo tienen una oportunidad
de asegurar las pruebas reunidas durante ese proceso, y debe ser capaz de
presentarlas ante un tribunal. Las disposiciones de la sala de entrevistas o
interrogatorios y los dispositivos de grabación de audio y vídeo son vitales en
muchas jurisdicciones para asegurar legítimamente las pruebas obtenidas durante
el proceso.
Sin embargo, la entrevista o
interrogatorio no sólo son instrumentos de recolección de información, en la
investigación es básicamente una relación humana interpersonal, conformada por
elementos subjetivos y objetivos. Esta relación humana permite la creación de
vínculos significativos entre el investigador y el sujeto pasivo. Estos
vínculos permiten un proceso de comprensión humana que facilitan al
investigador entender cabalmente las necesidades, motivos, procesos cognitivos,
afectivos entre otros.
Muchas veces se tiende a confundir la
entrevista con el interrogatorio y claramente no son lo mismo. El
interrogatorio es un proceso mediante el cual una persona quiere obtener
información de la otra, pero, esencialmente, existe una obligación, una actitud
intimidatoria a responder. En tanto, en la entrevista esta intimidación no
existe, el diálogo que se produce entre entrevistador y entrevistado debería
permitir que el entrevistado libremente contara su problema y la forma en que
este ocurrió.
La entrevista nunca puede tener
carácter intimidatorio. La entrevista procura establecer una comunicación entre
las partes que tienen roles diferentes. En el interrogatorio el investigador
tiene un carácter más activo pues es él quien dirige el interrogatorio y formula
las preguntas y debe saber escuchar las respuestas. Los fines de uno y otro son
distintos; los medios o técnicas a utilizar son distintos; la relación entre
entrevistador y entrevistado e interrogador e interrogado son distintas y, por
ende, el rol que el investigador debe cumplir en uno y otro acto comunicacional
es distinto.
El interrogatorio tiene por objeto
establecer los hechos, esto es la verdad y permite al Policía obtener evidencia
física o de otra naturaleza que pruebe o refute la veracidad de una admisión o
confesión. La entrevista tiene por objeto en cambio obtener de una persona la
información que pueda poseer con relación a un hecho. El interrogatorio tiene
por finalidad específica obtener del autor o sospechosos la confesión o
admisión de su delito y una declaración voluntaria escrita y firmada. La
entrevista tiene por finalidad especifica que el Policía acopie información que
le sirva de base o apoyo para el proceso investigativo. Se interroga al
sospechoso, autor o implicado.
Se entrevista al testigo, agraviado,
perito, etc. Un interrogatorio, a diferencia de la entrevista, está diseñado
para lograr que un sospechoso confiese su participación o acepte su
culpabilidad en los hechos. La entrevista es de información no conocida en el
interrogatorio se confirma la información conocida.
Por
lo que hemos tomado en consideración diversos conceptos, que creemos guardan
relación con las técnicas modernas de entrevistas e interrogatorios criminales
que todo profesional relacionados a la investigación criminal debe conocer
antes de iniciar estos procesos.